viernes, 21 de septiembre de 2007

Yerba Buena nunca vive





Qué divertida me resulta la gente que fuma marihuana... realmente son un show cuando tratan de explicar sus sensaciones...
Lo más paradójico es que cada uno cree tener la VERDAD ABSOLUTA en cuanto a lo que siente en ese “estado”.

La mayoría está de acuerdo con que el famoso: “SE AGUDIZAN LOS SENTIDOS”, y a partir de allí, dicen un montón de cosas.

Pero lo que me resulta más divertido aún es el énfasis que le pone uno y el otro cuando le cuentan a un “NO DROGADICCCCTO” el cóctel sensitivo que les produce fumar esa hierba “natural” que tan pero taaaan bien les hace.... mejor que el tabaco! Aunque éste último está aceptado socialmente, pero es más malévolo que la YERBA BUENA.

Algunos dicen que lo mejor es hacer cosas rutinarias para darte cuenta que “fumado” ves todo desde otra PERSPECTIVA: como ver los Simpson... siempre es una experiencia diferente si fumas de la PIPA DE LA PAZ.

Otros lo contradicen postulando que debes aprovechar el estado “fumata” para hacer las cosas que no te animas a realizar cuando estas “de cara”, es decir, en un estado... normal podría decirse.

Los de la banda de los “fumo como una chimenea porque así me siento bien, todo me resbala” y los de la banda “fumo sólo cuando pinta” se llevan bien pero hasta ahí nomas.

Mientras un grupo lo ve como un estilo de vida... sedentario diría, los otros lo ven como una mera diversión ocasional que de a poquito se va convirtiendo en “fumo cuando me pinta... a la mañana, a la tarde, a la noche, en un recreo de la facu cuando me escapo y me junto con algun zurdo que estudia comunicación o filosofía que siempre PEGA”( nunca un futuro médico o un abogado... seguramente!!!). Bueno, como verán, la vida de de los “marihuaneros” es complicada.

Me quedé pensando en porqué es complicada... porque le tienen que explicar a todo el mundo que es algo fantástico, que es difícil de explicar (al tiempo que se esmeran para reflejar de la mejor manera posible, el estado ilusorio que les ocasiona inspirar una hierba natural, muyyy natural, es una planta, una flor, un “cogollo”) mientras que los que nunca han fumado, creen que les están hablando en chino básico y piensan... ESTOS ESTÁN LOCOSSSS!!! Hasta que lo prueben y traten de explicar EXACTAMENTE LO MISMO...




jueves, 6 de septiembre de 2007

Una anéCCdota que merece ser contada


Siempre me molestó esa "buena suerte" que tienen los hombres de hacer pis en cualquier lugar: desabrochan botón (en el mejor de los casos), se bajan el cierre y... máma miaaaa!!! listo el pollo, a mearrrrrr...

Bueno mujeres, nosotras no tenemos esa dicha, pero podemos animarnos a hacer nuestra necesidad número 1 (porque la 2 ya sería demasiado hediondo de imaginar), en cualquier lugar.

Les cuento que es una experiencia "i ni gua la ble", claro, es genial!!!

Resulta que en el verano, con las chicas nos quedamos "encerradas afuera"... Encerradas afuera dirán?, claro que sí... Nos quedamos fuera de la casa y eran las altas horas de la matina (porque no volvíamos antes de las 7 a.m).

Mi vejiga ya estaba "al rojo vivo" y no aguanté más. Cuando las chicas se descuidaron en un segundo... claaaaan (diría mi amiga Maru) me eché un flor de meadón, que bueno, había que echar un poquitiño de agua porque no daba para más.

Moralejaaaaaaaa!!! HOMBRES, ATENTOS! Le estamos ganando en todos los sentidos... hasta meamos en cualquier lado...

QUE FEMINISTA SONÓ EL COMENTARIO…

PD: la que dice que es mentira, que arroje la primera piedraa!!!

LA FOTO DE LA VERGÜENZA YA ESTA CON NOSOTROS!!!

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Como si fuese un Remedio...

Descripción de mí en forma de autorretrato y como si fuese un... remedio?

Fórmula: cada comprimido recubierto contiene dos piernas, dos pies con un aderezo de juanetes de 50 mg., dos brazos, dos manos, boca, ojos, nariz y un tronco 150mg. (por favor, mal pensados a abstenerse!!!).

Posología: un comprimido por semana porque ingerirlo puede ser muy riesgoso para enfermo de celos.

Contraindicaciones: úlcera de pesaditis, insuficiencia de libertad, pacientes que experimente aburritis-aguda y enfermitis de racionalidad.

Acciones colaterales y secundarias: puede ocasionar alteraciones cerebrales si no cumple con la posología indicada. Éstos efectos, que son habitualmente leves, no obligan a suspender el tratamiento ni mucho menos olvidarlo.
Excepcionalmente se ha observado:
- Cansaditis de aguantamiento.
- Dolores de cabeza ocasionados por un humor poco divertido, es decir, malísimo.
- Dolor de oídos.

Precaución y advertencias: usar con precaución en pacientes tímidos, celosos, aburridos, mudos, cargosos, pesados, poco leales, conflictivos o falsos, FALSOS NO POR FAVORRR

martes, 4 de septiembre de 2007

Un ejemplo de Niño

Que increíble que una persona sea tan apasionada de conocer.
No sé como describir esos ojos color café que tenían la mirada perdida. Es tan chico, tan humilde, pero tan capaz e inteligente...

Recuerdo mi primer día de trabajo en un local de ropa. Yo estaba sola y perdida sin saber qué hacer porque las horas pasaban y no entraba ningún cliente.
Alrededor de las 17:30 horas entró un niño vendiendo stikers.

Lo recuerdo como un encuentro apasionante.

A mí siempre me gustó conversar con esas personas que trabajan en la calle, con poco atuendo pero con muchas ganas de comer algo rico al finalizar su jornada laboral.
He hablado con varios, pero Josecito, sí Josecito le decían, era diferente a todos.
Vivía en una villa (realmente no recuerdo su nombre), junto a su mamá y su pequeño hermano al que llamaba “Chuky” por lo travieso que era. Su papá lo había abandonado cuando él tenía ocho años.

Me contó que trabajaba en el Mercado Sur por la mañana ya que estaba encargado de la limpieza. Le pagaban con diferentes “cositas” (como stikers, útiles escolares) que él se encargaba de vender por la tarde para luego llevar un plato de comida que su madre y su hermanito, deseaban ingerir.

Hablé mucho con Josecito. Me contó toda su historia pero recuerdo dos cosas (ó más tal vez) que llamaron mi atención.
La primera fue cuando me contó que su papá se había ido de su casa... ¡Qué tristeza reflejaban esos ojos vidriosos!

Josecito me decía que él se había preguntado millones de veces porqué los había abandonado, pero yo inmediatamente le dije que en la vida, había preguntas que no tenían respuestas.
Otra de las cosas que me enorgullecieron de él fue cuando comenzó a hablar de su mamá.
Ella había tenido un accidente y estaba en silla de ruedas, pero hacía dos meses se le había roto y estaba postrada en una cama. Tenían que esperar cuatro meses más para que el hospital le diera una nueva.

Empecé a indagar más sobre su vida: de lo que hacia, de cómo era vivir en una villa y qué es lo que querría hacer en su futuro.
Me contó que tenía un montón de amigos pero que eran mayores que él (y dentro mío pensé que con chicos de su edad nunca se podría juntar). Que iba al colegio y que quería estudiar en un futuro. Eso me interesó e indagué más sobre el asunto.
- ¿Qué querés ser cuando seas grande? –le pregunte.
- No sé, me gustaría ayudar a la gente. -respondió.

Un sin número de cosas se me vinieron a la cabeza. ¡Cómo puede ser que una persona que tiene tan poco quiera ayudar a los demás y los que tienen mucho piensan en tener más y más!
Ahí nomás le dije que podría estudiar para ser Asistente Social y ni bien pronuncié esas dos palabras, Josecito miró hacia el techo del local y me contó otra de sus tantas historias por las que había transitado.
- me acuerdo una vez vino una Asistente Social a mi casa, casi nos llevan a un reformatorio con mi hermanito porque hacía un mes que no comíamos. (Sí, un mes).

A Josecito lo conocían muchas personas y una de ellas trabajaba en el super, así que les regaló varios “changuitos” llenos de comida para que pudieran seguir quedándose con su mamá. Estaba agradecido por la obra de caridad de ese gentil señor, pero Josecito no estaba muy convencido porque, como él decía... –Tengo dos manos.- que le permitían salir a trabajar y ganarse su propia comida.

La conversación adquirió miles de colores, íbamos de un tema al otro y yo no me cansaba de aprender cosas y de odiarme tanto por ser tan mediocre y tan egoísta.
Sí, me atrevo a decir esto (aunque admito que no me agrada demasiado) debido a que me hago problema por cosas tan minuciosas e insignificantes que hablando con esta clase de personas, tan agradecidas y que tan poco tienen, me siento en medio de un laberinto: sin entrada y sin salida.

Agacho la mirada y veo los pies de Josecito. En realidad, veo el talón que le sobresalía de la zapatilla y él, que no es “sonso” (diría mi abuela), se dio cuenta e hizo un comentario al respecto. Le pregunté cuánto calzaba para regalarle un par de zapatllas y me dijo.
- Gracias, pero no.
No me conformé con su respuesta y le pregunté porqué no me dejaba ayudarlo, que se dejara ayudar. A todo esto, yo no lograba entender por que él era una especie de Superman pequeño que quería hacer todo solo.
Al otro día volví a mi trabajo. A media tarde apareció un principito, con sus cocitas para vender y la sencillez que lo caracteriza. Me saludó, me preguntó como estaba y me dijo “Gracias” (esa palabra que a muchas personas les cuesta pronunciar).

Yo estaba anonadada, no había hecho nada por él (porque las personas creemos que si no le damos algún regalo ó un poquito de dinero, no hacemos una buena acción... ¡Qué absurdo!
No tardó en darme una explicación.
Recuerdo que estaba frío ese día y él tenía zapatillas nuevas; en verdad no eran nuevas, pero tampoco eran las del día anterior.
- Me di cuenta que me tengo que dejar ayudar. Un amigo me ofreció éste par de zapatillas (las señaló) y las acepté.

Él me miraba como diciendo ¿Qué te pasa? Vos sos orgulloso.
Ahora yo me pregunto... ¿Por qué algunas personas aprenden tan rápido la lección y hay gente de mierda que no entiende nada?
También hablamos sobre el amor. Me contó que tuvo una noviecita pero que era muy materialista y no tardó en contarme que en la villa, los que roban eran los que tenían novia y que él deseaba otras cosas.

Tenía la mirada perdida y se sonreía cuando me contaba qué es lo que deseaba.
- Quiero una persona para compartir mis cosas: salir a tomar un helado y cuando no haya plata para eso, ir a una plaza y estar juntos...

A cada instante me asmbraba más y cada vez me sentía más culpable de mí misma...

Otro día aquí

De repente, un grito seco y corto como el mes de febrero me despertó.
Bajé los pies de mi cama: primero el derecho y luego el izquierdo, como me enseñó mamá.
Apoyé mis manos sobre la extensa cama que cobijaba mi cuerpo.
Comencé a caminar, miraba mi casa, tan rara como nunca, pero tan bella como siempre.
Todo se había paralizado.
A lo lejos se escuchaba una oración blanda y perfumada como un bebé.
Mi corazón latía y yo no entendía nada.
De pronto vi una luz. Caminé hasta ponerla entre mis manos. Nunca lo logré y me di por vencida.
Luego escuché un canto oscuro y apagado como una casa abandonada.
Me quedé escuchándolo por horas. Su sonido era como el agua cuando corre por el arroyo.
Lo acariciaba, estaba dentro mío, se apoderó de mí, cada vez era más fuerte, cada vez tenía más luz, era más intenso, me aturdía, me molestaba... era el despertador, ¡Un nuevo día ha comenzado!

Gracias Chinita por hacerme feliz