martes, 4 de septiembre de 2007

Otro día aquí

De repente, un grito seco y corto como el mes de febrero me despertó.
Bajé los pies de mi cama: primero el derecho y luego el izquierdo, como me enseñó mamá.
Apoyé mis manos sobre la extensa cama que cobijaba mi cuerpo.
Comencé a caminar, miraba mi casa, tan rara como nunca, pero tan bella como siempre.
Todo se había paralizado.
A lo lejos se escuchaba una oración blanda y perfumada como un bebé.
Mi corazón latía y yo no entendía nada.
De pronto vi una luz. Caminé hasta ponerla entre mis manos. Nunca lo logré y me di por vencida.
Luego escuché un canto oscuro y apagado como una casa abandonada.
Me quedé escuchándolo por horas. Su sonido era como el agua cuando corre por el arroyo.
Lo acariciaba, estaba dentro mío, se apoderó de mí, cada vez era más fuerte, cada vez tenía más luz, era más intenso, me aturdía, me molestaba... era el despertador, ¡Un nuevo día ha comenzado!

2 comentarios:

Dani dijo...

Perfecto!

Unknown dijo...

Loquita, empeze a leer y casi te mato, pense que iba a terminar en algun "continuara" y te iba a ir a buscar jajaja Excelente, te mando un besoteeeee!!

chau chau...